A pesar de que los “campeonatos de peleas” ya forman parte del pasado, Jorge Guardia mantiene intacto su espíritu guerrero, con el único propósito de derrotar a la mascota del capitalismo y demostrar que existe una vida que va “más allá de lo material”.
Durante su infancia, Jorge buscó el camino a la felicidad por diferentes vías. En un principio se dejo llevar por la ilusión del fútbol, pero tras “una espera de varias horas y tres minutos de partido” descubrió que lo suyo no eran las gambetas y que debía dedicarse a otra cosa. Así fue que desempeñó el papel de “rebelde indomable”, lo que le generó más de un dolor de cabeza tanto a su maestra como a su madre.
“Más de una vez me han querido echar del colegio porque le pegaba a la gente”, recuerda.
Con el correr del tiempo, el joven nacido en Ciudadela se dio cuenta de que mediante piñas y patadas no obtenía nada a cambio más que un enorme vacío interno, que intentó llenar de todas las formas posibles. Si bien en un primer momento los resultados no fueron los esperados, finalmente halló la respuesta en el interior del Movimiento Humanista.
“Necesitaba hacer algo que tuviera más adrenalina conmigo y con la gente”, confiesa.
Mediante el perfil de un simple electricista de 23 años, Guardia lucha día tras día por despertar aquella sociedad dormida bajo el acogedor manto del materialismo.
Por Eliana Cabezas
Por Eliana Cabezas
No hay comentarios:
Publicar un comentario